Las veladuras barocas fueron una técnica pictórica empleada en el siglo XVII, que se caracteriza por la utilización de capas finas de pintura para crear una imagen con mayor profundidad y realismo. Esta técnica se desarrolló como una forma de representar de forma realista los objetos, ya que se creía que el uso de más capas de pintura podía dar la sensación de que los objetos que se dibujaban eran más reales. La técnica se basa en usar capas finas de pintura para crear un efecto de profundidad y movimiento, que permite que el espectador sienta que está mirando una imagen con mayor realidad. Esto se logra aplicando la pintura a capas, comenzando con una capa de luz y luego aplicando capas de sombra y color para crear un efecto de profundidad y movimiento. Esta técnica también se puede utilizar para crear una imagen más dramática, ya que los contrastes de luz y sombra pueden ser empleados para enfatizar los rasgos faciales o partes específicas de una imagen.